A veces simplemente apetece estar en casa, caminar descalzo y disfrutar un poco del arte “de no hacer” y este hogar parece pensado para ello.

En pleno de centro de Barcelona, a 10 minutos andando de plaza Cataluña, se sitúa esta reforma tan singular. Al entrar a la vivienda se hizo evidente la necesidad de aprovechar los dos puntos de luz, debido a la poca iluminación que recibían las estancias interiores. Nos propusimos darle la vuelta completamente y poner a la altura el interior del piso con su ubicación.

La distribución inicial era muy limitada, con la zona de salón y habitación muy angosta y sin apenas iluminación natural en la zona interior. La reforma consiguió sacar el máximo provecho al espacio, unificando todas las zonas en una y proveyendo una amplia iluminación y frescura a un espacio originalmente congestionado.

En cuanto a la decoración e interiorismo fueron de la mano de Nice Home. Ellas, amantes de la decoración, del buen gusto y de los pequeños detalles, siempre consiguen darle ese “toque nice” a cualquier vivienda, combinando estilos con ingenio y creatividad, con una esencia mediterránea, cálida y envolvente.