Un hogar para compartir momentos, que es mucho más que una vivienda, es un nido donde se cobijan los afectos y se construyen los mejores recuerdos. Eso refleja el proyecto Alfons XII que realizamos junto a Somos Nido.

La distribución inicial de la vivienda era muy compartimentada, la zona de cocina y comedor estaba en el interior y apenas le llegaba luz natural. Además, al tratarse de una vivienda alargada, tenía muchas zonas de circulación que estaban muy desaprovechadas.

La reforma integral consigue, a través del mínimo número de actuaciones, un cambio en la jerarquía de espacios y una mayor flexibilidad en la zona del salón-comedor-cocina.

Además, se disminuyen y regularizan los espacios de circulación. Todo esto se consigue a partir de unos elementos de mobiliario que permiten articular el piso, creando una zona semiabierta de estudio y también una habitación infantil.

Con respecto al interiorismo de la mano de Somos Nido, el color tiene una importancia vital, se combinan los colores claros, tanto en las carpinterías como en la puerta de separación del estudio, dotando al piso de un aire moderno, acogedor y sofisticado al mismo tiempo.

Al terminarlo ya transmitía una sensación de armonía en el ambiente, y respiraba el bienestar que se siente cuando se está en un lugar cálido.